Todos hemos tenido en alguna ocasión un ataque de hipo que hemos tratado de controlar aguantando la respiración, bebiendo agua mientras hacíamos algún contorsionismo o tomándola a sorbitos...
Y sin embargo, acabo de encontrarme con una solución real y contrastada para calmarlo: respirar dióxido de carbono.
El único sistema científico (NewScientist dixit: 8 febrero 2003, página 16) es respirar dióxido de carbono. Un modo de hacerlo es coger una bolsa de papel y respirar dentro de ella. ¿Me explico? Se coge (que me perdonen los americanos) la bolsa, con ella se tapa la boca y la nariz y se respira dentro de ella. A las pocas inspiraciones/expiraciones el hipo se ha acabado.
Vía Ciencia15
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