Recién entrados en el verano y a punto de iniciar por fin la jornada intensiva, un repaso de algunas de las cosas de los últimos meses:
Viaje a Formentera.
Con la excusa de una boda, decidimos tomarnos unos días de vacaciones y conocer así un poco mejor esa isla de las Pitiusas.
Formentera es una pequeña y cuidada isla de poco más de 80 km2 y unos 7.500 habitantes que basa buena parte de su encanto en sus aguas transparentes y los bien cuidados paisajes, playas y acantilados.
La idea con la que yo llegaba era que íbamos a encontrarnos un ambiente hippy de falsete, aunque la realidad es que pocas cosas desentonan y la mezcla de gente bien con los clásicos rastas no chirría en absoluto.
Las imágenes resultan bastante significativas... La ceremonia civil en la playa y la posterior celebración resultaron absolutamente idílicas, conocimos a gentes diversas y muy interesantes, disfrutamos de la hospitalidad de los contrayentes en varias veladas,...
Si quieres un entorno cuidado con playas salvajes de arena fina y aguas espectaculares, es una opción ideal, sin olvidar que puede resultar bastante caro como te descuides.
Exámen FCE.
Al principio no pensaba presentarme al First Certificate in English, pero tras recabar la opinión de distintas personas terminé por inscribirme.
Además, el curso en Fonética (la academia de inglés en Alpedrete a la que he asistido los últimos meses) resultaba ameno y efectivo, con una buena profesora y buenos compañeros (pese a las notables diferencias de edad), y estaba orientado a dicho examen... y sus 5 partes.
Tras un poco de emoción (dando una pequeña vuelta accidental con el coche por alguna zona poco recomendable de la Casa de Campo), llegamos al examen con el tiempo absolutamente justo. Y unas 7 horas después, punto y final. El resultado, a principios de agosto.
Fútbol 7.
Otro punto final... al menos durante el verano. La experiencia de volver a jugar a este tipo de deporte de forma semanal ha estado llena de contrastes: me apetecía jugar y también me hubiera apetecido poder entrenar algo, el cuerpo va madurando y ya no se recupera tan rápido de las magulladuras, la eficacia de mi juego resultó un tanto irregular con algunos buenos momentos y otros claramente mejorables,... pero en resumen el balance es positivo. Incluso teniendo en cuenta un duro golpe en una espinilla antes de usar espinilleras, mi ojo dolorido o las molestias en mi hombro derecho.
De todas formas, la última experiencia vino de la mano de Accenture en el previo a Los Juegos de las Empresas: no nos clasificamos, pero nos divertimos jugando en los campos de un gimnasio de alto estanding en Majadahonda.
Aún no he pensado si la próxima temporada la seguiré desde las gradas o sudando la camiseta...
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