Vuelta a la rutina. Con detalles positivos como el nuevo horario de 7:00 a 17:00 que me permite llegar a casa a diario rondando las seis aunque me obliga a utilizar el coche, con el retorno a las clases de inglés (por cierto, en un grupo ligeramente mayor) o la vuelta al gimnasio.
En esta época con ciertos episodios de lluvias intensas, notamos de nuevo las deficiencias en el diseño y construcción de nuestro piso: el exiguo desagüe de la terraza que está sobre nuestro salón volvió a atascarse y entre las 6:15 y las 7:30 de la mañana volvió a aparecer una estupenda gotera gracias a la que deberemos volver a pintar todo el techo. Menos mal que aun había gente en casa...
Por otro lado, Alpedrete tiene cierta tendencia a sufrir interrupciones de suministro eléctrico de forma más o menos habitual. Y con la tormenta del otro día tuvimos que dejar el gimnasio a medias tras varios cortes seguidos. Al final intentamos acabar con las luces de emergencia y la música de un móvil... pero el corte se alargaba demasiado y tuvimos que dejarlo antes de que se agotaran las baterías que mantenían la tenue luz.
Un cambio: esta temporada dejo el fútbol 7 que tan buenos momentos me ha dado. Aunque disfrutaba con los partidos lo cierto es que el cuerpo ya no se recuperaba tan rápido como en los viejos tiempos; además ese compromiso por estar disponible para los partidos interfería con nuestros planes de fin de semana y con algunas de las guardias laborales...
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