Mi contacto con ellos comenzó en el primer año universitario con El Señor de los Anillos y, posteriormente, Rolemaster. Suscitaban mucha curiosidad y logramos un numeroso grupo de jugadores esos primeros tiempos: D&D, AD&D, Aquelarre, Far West, Paranoia, La llamada de Cthulhu, Vampiro,...
Y poco después asistimos a su caída en desgracia en los medios a raiz de varios crímenes, pese a los diversos informes que hablaban de sus virtudes.
Por eso, me ha sorprendido gratamente encontrar esta referencia en la web del Ministerio de Educación y Ciencia: Los Juegos de Rol. Como rápido resumen, apuntan su beneficio a la educación (memorización, cálculo, lectura y riqueza expresiva), su aportación a la socialización y al desarrollo de la empatía y la tolerancia.
Antes de acabar, unos enlaces relacionados con los juegos de rol:
Vía Barrapunto
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