Un fin de semana más… o, mejor, un fin de semana menos para el grueso de las vacaciones, para llegar al tórrido agosto, para pasar unos días playeros en buena compañía en una casita alquilada en Torrox, para iniciar un nuevo año fiscal en el trabajo, para seguir preparando el resto de los exámenes del MCSE,...
Con las vacaciones soy de la opinión de que es mejor disfrutarlas, en parte al menos, fuera de la temporada veraniega habitual. Las ventajas que veo son de diversa índole: clima más suave, mejores precios, menos agobios de gentes y tráfico, coincidencia con mis semanas habituales de 43 horas y no con las de 35 horas del verano,... ventajas más que suficientes, creo yo. Y, lamentablemente, éste año me tocan prácticamente todas las vacaciones entre julio y agosto...
De hecho, ya he disfrutado de mi semanita vacacional de julio: coincidiendo, cómo no, con los sanfermines. Ha sido una semana bastante movida, variada,... y poco descansada ;-)
Empezamos con la celebración de un multitudinario cumpleaños pasado por agua (manguera, globos y piscina) y repleto de ricas viandas en Cerceda, a poco más de 10km de Alpedrete.
La semana continuó con unos días en Araia aprovechados en visitar a parte de la familia, en volver a recorrer los frondosos bosques de hayas que rodean la calzada romana que conduce al túnel de San Adrian, o en pasar una tórrida tarde en San Sebastián en buena compañía (donde, por cierto, cenamos muy bien en un solicitado restaurante (Kaskazuri) a la vista del Kursaal y del escenario donde al día siguiente actuaban Bob Dylan y Mikel Laboa).
Después, de cabeza a la locura sanferminera gracias a la hospitalidad de un par de buenos amigos: dos días y una noche de parranda que supieron a muy poco y que coincidieron con una avalancha de franceses que aprovechaban una jornada festiva francesa.
La recta final la iniciamos camino de Asturias, de nuevo junto a Luarca en la Casa la Fonte. Esta vez habíamos quedado allí con otros amigos que llegaban entusiasmados de un tour gallego de una semana en moto. Empezamos con una comida de típicos productos pesqueros y asturianos en el puerto de Luarca, paseamos largamente por la Playa de las Catedrales ya en Lugo, degustamos un estupendo arroz caldoso en Rinlo, visitamos un fascinante jardín botánico privado en los alrededores de Luarca,...
Precisamente éste jardín nos dejó impresionados: se trata de un proyecto personal del dueño de una conocida empresa que en diez años ha creado un entorno paradisíaco plagado de cientos de especies vegetales y algunas obras de arte. Hasta llegar a la situación actual, cifras mareantes: desde los más de 700 camiones de tierra para rellenar y aterrazar el desnivel del terreno, hasta el valor incalculable de algunas de las obras de arte allí presentes.
La vuelta de ésta semana de vacaciones ha resultado durilla: al cansancio acumulado durante la misma (no en vano ha sido una de las semanas más calurosas del año; además hemos recorrido casi 2.000 km durante la misma), se une la situación laboral: varios de mis compañeros más cercanos han decidido ejercer de mercenarios (por supuesto, en el mejor de los sentidos... han tenido una oportunidad que mejoraba su situación sustancialmente y la han aprovechado), dejando ciertos huecos difíciles de cubrir y diversas responsabilidades por asumir.
Éste mismo fin de semana tampoco ha resultado demasiado relajante: lo comenzamos con una obra de teatro contemporáneo en un recinto multifuncional cercano a la zona de Lavapiés, Artépolis. Se trataba de la obra “La Misma Historia”, que hilaba tres historias variopintas para ilustrar el comienzo de la emancipación de un joven… aunque casi nadie del grupo que asistimos tenía muy claro que qué iba la cosa al salir de la pequeña sala (unas 50 personas de capacidad). Las cañas y raciones posteriores con parte del elenco y amigos sirvieron para aclarar ligeramente las ideas.
El momento estrella del sábado fue una visita en grupo a las rebajas de uno de los mayores outlets (comercios donde se venden a buen precio productos fuera de temporada, restos de serie o con taras) de Madrid, el Factory de Getafe. Al final casi todos salieron con algo bajo el brazo.
Y hoy domingo, para variar, prácticamente todo el día encerrado en casa junto al ventilador estudiando un poquillo para seguir con mi MCSE...
Ahora toca ser positivo, poco más de una semana (de jornada intensiva, además) y de nuevo de vacaciones...
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