Lo cierto es que no resulta demasiado difícil encontrarse con algún famoso, famosillo o famosete en Madrid city. Sin ir buscándolos, quiero decir, ya que si estás especialmente interesado siempre hay firmas de libros o inauguraciones de locales y negocios o eventos públicos o privados donde darse de bruces con algunos de ellos.
En mi caso, en todas las ocasiones que he visitado Madrid (en tiempos pasados o últimamente en que ya soy un madrileño adoptivo más), me he encontrado con algunos de ellos de forma totalmente imprevista:
-Cher callejeando por la zona de Sol y rodeada de hombretones; se supone que estaba por allí para participar en la inauguración de un local de ambiente.
-Estamos casi seguros de que una vez Javier Cámara estaba en un vehículo a la par del nuestro en un estupendo atasco en la A6.
-La viuda de Francisco Rabal, Asunción Balaguer, vive en Alpedrete y no es extraño encontrársela por la calle o circulando (en su... ¿cómo se llaman esos pequeños coches que no requieren permiso de conducir?).
-Andrés Aberásturi en una tienda en Bravo Murillo.
-La Feria del Libro es un espacio donde resulta muy sencillo: ellos te están esperando. Boris Izaguirre, José Manuel Parada, Rosa Villacastín,...
En esa línea, tampoco es difícil encontrarse con un set de grabación callejera de cine o televisión: series, informativos, deportes,... Lo más curioso que he visto fue la grabación nocturna de un mini en la Castellana: el vehículo y el equipo técnico iban montados en un remolque tirado por otro vehículo mayor. Supongo que estarían grabando el interior del mini en marcha... aunque no me dio tiempo a ver quién iba dentro.
Lo último ha sido un cumpleaños en el que estuvimos el pasado fin de semana. La fiesta sorpresa tenía lugar en Colmenarejo y, además de una treintena de familiares, amigos y compañeros del homenajeado, estaban también José Luis Uribarri (histórico presentador de Eurovisión en TVE) y Alberto Comesaña (ex-Amistades Peligrosas).
Entre bocados, tragos y más bocados, la conversación resultó bastante trivial (lo más sesudo que oí versaba sobre los peones negros...), aunque resultó curiosa de ver la sonrisa de circunstancias de Comesaña cuando a alguien se le ocurrió poner un tema de su antiguo grupo.
Parece que la velada se alargó, pero mis compromisos del día siguiente me salvaron del bingo y del karaoke...
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