21:45 - Diario de un deportado a Polonia, por Antton (4ª parte)

Habíamos sido invitados a un lugar de recreo (pantano con bar-restaurant y bungalows) a una fiesta de inauguración de la temporada de verano. Es un lugar cercano a Wroclaw que tiene convenio con las instituciones carcelarias y es donde mandan a los funcionarios y sus familias para pasar las vacaciones. El plan consistía en una comida-merienda-cena en la terraza del restaurant la tarde del viernes con grupo de música ambientando el tema. Nos cedían hasta una casita para dormir y nos ponían coche con chofer para recogernos de Wroclaw y llevarnos de vuelta.

El caso es que comenzó la movida a las 3 de la tarde y resulta que comiendo había unas 200 personas, entre ellas el director de la cárcel, el responsable de las cárceles de toda la región, algún director de empresas auxiliares y el Alcalde y otras personalidades de Wolow. Todos (hasta Mónika) iban bastante elegantes menos yo que iba con vaqueros y camiseta... No paramos de beber y de comer, yo fui presentado como Dyrektor Alecop Polska y todo el mundo me trató con gran respeto, todos quería brindar conmigo, que me sentara en su mesa a charlar, etc...
El caso es que la cosa fue subiendo de tono y la gente pasó de hablarme a abrazarme, besarme (suele ser muy típico entre los polacos ser cariñosos cuando están borrachos...). Así que ya me veis con tipos que no conocía de nada, encorbatados, hablándome en polaco, abrazándome y besándome y bebiendo chupitos de vodka conmigo. Yo pasé a beber vodka con naranja (poco cargados).
A duras penas me di cuenta de mi error que fue el no traer ahuyenta mosquitos a un pantano... El caso es que me han picado dos, uno en cada brazo, y los picotazos se me están poniendo como la otra vez.
Menos mal que me sobraron cremas de la vez anterior.....

La verdad es que la cosa estuvo muy bien, algunos sabían italiano y otros algo de inglés, así que Mónika pudo estar rato a su aire.
Empezamos a bailar. Yo bailé con todas las tías (había muy poquitas) y con algún que otro tío, incluido el director de la empresa auxiliar que nos contrata a los presos que tenía una borrachera importante (es un tío de unos 55 años, majísimo, al que todos los empleados suyos le ponen de puta madre, es el que nos invitó al festejo y se ocupó de todo). Y la verdad es que todo el mundo acabó bastante borracho, yo incluido. Y no te puedo decir a qué hora nos fuimos para el bungalow (o mejor dicho casa porque era una señora casa, con cocina completa, tres habitaciones en la segunda planta, chimenea y barbacoa de obra fuera).

El asunto acabó definitivamente cuando nos vinieron a buscar a las 14,00 del día siguiente para llevarnos a Wroclaw de vuelta...

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