Uno se apunta a un deporte de equipo para conocer gente, disfrutar jugando, hacer un poco de ejercicio,... pero está visto que ciertos deportes a ciertas edades se juegan con más intensidad de la debida.
Por ejemplo, ésta misma mañana, un balón suelto en el área pequeña tras un rebote en el poste, me he lanzado como portero a blocarlo o despejarlo... y, además de ello, he conseguido un estupendo impacto de la bota de un delantero en toda la cara.
Al principio puntitos blancos mientras trataba de saber qué había pasado, después las manos a la cara instintivamente... y ahí he sido consciente de lo gore que se había vuelto el partido: sangre por doquier, ceja, nariz, boca,... y una extraña sensación en mi ojo derecho.
Cabeza hacia atrás para detener la hemorragia, hielo... y una vez detenida a limpiar todo y a evaluarlo.
Ésta era la pinta en ese momento:
Y ésta después de pasar por urgencias, donde han confirmado que es más aparatoso que grave:
Así que ahora a seguir la evolución unos días... y a ver qué tal amanezco mañana para ir a currar.
P.D.: por cierto, al final perdimos el partido...
0 comentarios:
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
Publicar un comentario