Aunque este 2008 ha empezado con bastantes cambios lo que sigue igual que siempre es el poco tiempo que puedo dedicarle a éstas Crónicas Madrileñas...
El cambio más inmediato y notable ha sido la asignación a un nuevo proyecto en Accenture, eso si, en el mismo cliente en el que estaba.
Sigo haciendo casi 130km diarios pero al menos ahora puedo turnarme con un amiga para llevar el coche, he pasado de trabajar en Barajas a una enorme factoría en Getafe, gracias al ajuste del horario voy a tener jornada intensiva desde mayo hasta septiembre, seguiré llegando a casa el resto de año sobre las seis de la tarde,...
Por otro lado, el ámbito del proyecto sigue estando centrado en los sistemas infomáticos, pero con una visión distinta a la de los últimos años y centrándome en las áreas de servidores Windows y todo lo que los rodea (plataformas, virtualización, seguridad, copias de seguridad,...).
En resumen, una nueva época laboral apartada por ahora de la gestión de personas y centrada de nuevo en aspectos técnicos.
Poco después de las vacaciones navideñas llegó el momento de aprovechar el vuelo a Dublín que compramos meses antes en Ryanair: ida y vuelta, tasas incluidas, por 20 euros.
Hicimos el viaje cinco personas y nos alojamos con una pareja de amigos (madrileño él, irlandesa ella) que nos enseñaron las zonas y pubs con más encanto de Dublín (dejando de lado los lugares más típicos y tópicos), el antiguo asentamiento cristiano de Glendalough, la costa de Tower Bay en Portraine, el inmenso parque Phoenix,... Además tuvimos suerte con el clima y solamente nos llovió en Glendalough (terminamos el paseo como sopas...). Por cierto, la Guinness irlandesa unida a la música tradicional en directo, una auténtica maravilla.
Esta época nos ha deparado otra sorpresa: O&I decidieron formalizar su relación en la intimidad de la familia más cercana y nos enviaron una original y personal postal explicativa justo antes de embarcar en su vuelo a las antípodas... Y tras ese impresionante viaje (que pudimos seguir en parte a través de Muymuymuylejano) al fin pudimos reunirnos en Vitoria-Gasteiz todos los implicados para celebrar la cuestión como se merecía. ¡Enhorabuena a los dos!
Por otro lado, he intensificado los esfuerzos en el gimnasio: ahora he añadido dos días de spinning a las habituales dos horas semanales de body tonic. La idea es mejorar el fondo físico para retomar en primavera de una vez por todas la bici con dos ruedas.
El primer día de spinning resultó durísimo: a los cinco minutos de empezar estaba empapado de sudor y a los quince ya no podía más... Afortunadamente la evolución ha sido buena y ya puedo aguantar bien las dos horas de gimnasio seguidas de los martes y jueves.
Para terminar con los asuntos de los últimos tiempos, recordar la celebración de otro cumpleaños en Cuenca a principios de diciembre. De nuevo, infinitos detalles del anfitrión y un fin de semana muy disfrutado en todos los sentidos: desde los ámbitos gastronómicos a los cinéfilos.
0 comentarios:
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
Publicar un comentario