Puede que la realidad no sea tan exagerada, pero lo cierto es que me han tocado últimamente varios atascos (algunos con cierta prisa) y ya tengo claro que el evitarlos es una cuestión prioritaria. Menos mal que nos alejamos en breve de la gran urbe.
Pero vayamos a cosas más atractivas. Por ejemplo, la gran oferta cultural disponible. En estilos y variedad. Mismamente hace muy poco acudimos al espectáculo basado en los temas de Queen. Teatro musical sería la mejor manera de clasificarlo: escenografía cuidada y llamativa pero no demasiado preponderante, correctas adaptaciones musicales al castellano, argumento situado en el futuro... y buena música. En muchos casos daban ganas de salir del patio de butacas y ponerse a bailar y cantar con los protagonistas... Y conozco gente adulta y seria que se ha emocionado con ciertos momentos del espectáculo...
Y en esa línea pero en otro ámbito, la III Semana de la Ciencia, con cientos de ponencias, mesas redondas, exposiciones y visitas guiadas a empresas y centros públicos... Una oferta amplísima con cita previa concentrada en 9 días y orientadas a jóvenes, estudiantes y público general.
Más cositas... más de 30 años sin esquiar... y voy y me estreno en una pista cubierta y artificial... Si, he conocido la mayor pista cubierta de Europa (Centro comercial Xanadú). La verdad es que resultó entretenido aunque los primeros momentos resultaron ligeramente inestables. Allí mismo te alquilan todo lo necesario, desde esquíes o una tabla de snowboard hasta ropas y guantes (o incluso casco). Y hay dos pistas disponibles: una de iniciación (unos 100m) y otra avanzada (unos 250m) con opción de dar incluso pequeños saltos. Supongo que poco tendrá que ver la sensación de estar en un espacio abierto rodeado de bosques y montañas (y bares, restaurantes, hoteles y cientos de personas) con estar en una especie de gran hangar (rodeado por comercios, bares, restaurantes y cientos de personas). Al menos en ambos sitios hace frío...
Y para acabar breve reseña de este fin de semana largo: hemos estado pintando parte del piso de Alpedrete. La verdad es que pintar una pared parece tarea fácil, casi trivial... pero cuando empiezas a darte cuenta de los detalles (idoneidad del material disponible, gotelé y su inestabilidad, cantidad de pintura calculada frente a cantidad de pintura gastada, dificultad para lograr una superficie pintada homogénea,...) acabas pensando que quizá no es tan mala idea pagar a un grupo de pintores... De todos modos contamos con la inestimable ayuda de varias personas que colaboraron en la labor a cambio de hacernos compañía a la mesa. Y, al fin y al cabo, nos reímos mucho en el proceso. Y, es este momento, estamos en pleno proceso de extraer y montar el mobiliario adquirido en Ikea... tarea mucho más llevadera e interesante que la que supuso trasladar dicho material hasta casa. Seguiremos informando...
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