Un curiosísimo y "casi mágico" efecto físico:
Se trata del Efecto Kaye, descrito por vez primera por Arthur Kaye y recientemente explicado. Lo cierto es que, aunque no tiene utilidad alguna por ahora, podemos intentar reproducirlo en nuestro baño con un chorrillo homogéneo de gel o champú... Y hay que ser rápido porque el efecto rara vez dura más de un tercio de segundo.
Vía Microsiervos
0 comentarios:
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
Publicar un comentario