En la entrevista técnica previa al contrato me indicaron difusos detalles sobre mi cometido: nuevo proyecto, DHCP, Ghost, imágenes, probable ambiente hostil, mucha documentación a generar, unas 7.000 estaciones de trabajo y PCs a gestionar,...
Ahora, con una perspectiva un poco más amplia, lo veo más claro. El cometido de Accenture en este proyecto es asumir todo el soporte de las estaciones de trabajo (HP-UX y Wintel, casi 8.000 en toda España) desde la atención al usuario en sus dudas y problemas del día a día (problemas con impresoras, periféricos, windows, office, aplicaciones específicas, Catia,...) hasta en la homogeneización de las plataformas soft y hard a utilizar, la definición del ciclo de vida de las mismas, la planificación de las posibles migraciones masivas a nuevas versiones del sistema operativo o aplicaciones, etc.
Parece ser que tienen experiencia en subcontratar personal externo para proyectos puntuales (sobre todo de desarrollo), pero es la primera vez que externalizan un área tan importante como ésta. Y por ello hay muchos empleados que no lo ven con buenos ojos y que se supone que no nos pondrán la mejor de sus caras precisamente. Lo cual no debe interferir en nuestra inicial tarea de recopilar todos y cada uno de los flujos de información y trabajo, las fuentes de conocimiento, los procedimientos establecidos oficiales y extraoficiales,...
En fin, compleja labor para una empresa con más de 5.000 empleados, varias factorías repartidas por España y una dependencia bastante marcada de sus sistemas informáticos.
Accenture ha propuesto una estructura de soporte en tres niveles:
- en el nivel 1 hay un equipo centralizado de atención telefónica exclusivamente. Discriminan el tipo de incidencia y la escalan al nivel 2 en caso de no poder resolverla telefónicamente o con alguna herramienta de control remoto.
- en el nivel 2 se dispone de varios técnicos distribuidos por las diferentes factorías. En caso de ser necesario se desplazarían al equipo problemático para analizar y resolver la incidencia en persona. En caso de no poder resolverla, escalarían la incidencia al nivel 3.
- en el nivel 3 (que es donde estoy yo, acompañado en teoría por 2 técnicos más y un coordinador) analizaríamos las incidencias y sus estadísticas, contactaríamos con los proveedores del software o hardware conflictivo y llevaríamos a cabo la planificación y control de versiones, distribución de las mismas, control del ciclo de vida de ordenadores y periféricos, análisis de parches, pruebas de estabilidad, etc.
Bueno, ya está bien de profundizar en el asunto laboral rozando los limites marcados por la cláusula de confidencialidad. Vamos a por otro tipo de detalles...
Por ahora conozco las factorías de Barajas y Getafe. La de Barajas, que es donde están los servicios centrales y dirección de la empresa y donde estamos destacados, se encuentra ubicada justo en el trayecto de los aviones que van a tomar tierra en el aeropuerto, por lo que a ciertas horas cada 3 minutos pasa un avión de pasajeros muy cerca del suelo. Desde dentro de los edificios no se nota el ruido, pero en la calle resulta bastante llamativo.
Aunque ese ruido resulta insignificante con el estruendo que provoca un caza despegando casi vertical desde la factoría de Getafe. El caso es que el primer día que visité Getafe estaba en el parking (desde donde un autobús te recoge y te lleva a la entrada de la factoría de 235.000m2, con 125.000m2 edificados) y de pronto surgió el creciente estruendo mientras el aparato en cuestión remontaba el vuelo y se elevaba por encima de los hangares de la factoría y de la base aérea casi verticalmente impulsado por el doble reactor trasero... Para redondear el asunto, esa misma mañana paso un ruidoso AVE por las vías que bordean las instalaciones, y un par de helicópteros y aviones de carga militares por encima de nuestras cabezas.
Pero vale de ruidos y tecnología punta (y militar para más INRI). Estos últimos fines de semana hemos aprovechado el clima cuasi-veraniego para dar unos paseos por el bosque de coníferas autóctonas de Valsaín y La Granja de San Ildefonso (pasando el puerto de Navacerrada hacia Segovia) y también hemos visitado el monasterio de El Paular (actualmente benedictino), Rascafría y Buitrago de Lozoya. Y para complementar los paisajes, la naturaleza y los espacios abiertos, un poco de fútbol: un Madrid-Barça en un local cercano al Bernabeu donde la afición estaba repartida al cincuenta por ciento.
Bueno, que lo voy dejando. Mañana toca volver a enfrentarme al asfalto atestado a la espera de que vuelva a mejorar el clima para que me lance al fin al uso y disfrute del transporte público. Ya os contaré...
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